Tanto la Cámara de Comercio de Zaragoza, en su boletín del 26 de mayo, como la Cámara Franco-Española (“La Chambre”), en su web, se han hecho eco del artículo elaborado por el socio del despacho, Wenceslao Gracia Zubiri, sobre los instrumentos para intentar salvar la empresa (también en tiempos de coronavirus), el cual también fue publicado en el blog del despacho la semana pasada.
Una de las conclusiones del mencionado artículo fue que “a pesar de que el concurso de acreedores debe ser la última solución por el componente traumático que conlleva, no sólo no debe tenérsele miedo, sino que puede ser un cauce de salvaguardar la existencia de una empresa en riesgo y, con ello, puede permitir conservar nombre, activos, producción y trabajo“.